La mayor alegría de Ramos

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Actualizado: abril 20, 2015

Con un Martín Cuello intratable, figura dentro de un equipo con varios puntos altos y goleador de la noche con 22, Ramos Mejía venció como visitante a su clásico rival Estudiantil Porteño, 73-60, y de este modo arrancó de manera inmejorable su camino en el Prefederal.

Ante un gran marco de público, con tribuna colmada y gente apostada en los cuatro costados, la visita se hizo fuerte frente a un rival con quien tenía cuentas por saldar desde el año pasado, cuando por primera vez se enfrentaron en la máxima división de FeBAMBA, y debió soportar dos amplias derrotas. Por eso, cuando la chicharra final determinó la conclusión, el desahogo en los hinchas del Rancho evidenciaba la necesidad de descargar todo el tiempo que debió esperar para vencer al vecino.

Su triunfo fue inobjetable, salvo un parcial en el primer cuarto cuando el local pudo escaparse a cinco (9-4) por intermedio de tres triples consecutivos; siempre fue quien manejó las acciones, recostado por una media cancha versátil y ágil (Kevin Jerez Pilotti y Joaquín Olmedo), acompañados por el mencionado Cuello, y dos hombres altos (Maximiliano Tabieres y Juan Talpone) fajándose con los postes locales (Sebastián Morales y Martín Gareis). El inicio fue impreciso, se notaban los nervios de ambos; las pérdidas se sumaban y debieron pasar más de dos minutos para abrir el tanteador. Porteño salió al rectángulo con Juan Damelli en la conducción, Ignacio Del Peral acompañándolo en el perímetro, Javier Sánchez como arma letal desde los lanzamientos externos, y Morales con Gareis en la zona pintada, aunque el ex San Lorenzo con mayores libertades para moverse en el frente de ataque. Tras una ráfaga de buen básquet, el cotejo volvió a caer en un bache, cerrando los primeros diez con el local arriba por un doble, gracias a un rompimiento por la franja derecha de Ignacio Spagnuolo, el juvenil de primer año quien terminó convirtiéndose en el goleador de su equipo, con 12.

El segundo cuarto fue lo mejor del visitante, subiendo gradualmente su nivel a medida que pasaban los minutos, desconcertando a los dirigidos por Juani González, quienes no solo perdían balones, sino además eran testigos privilegiados de jugadas con alto contenido técnico a cargo de Pilotti y Olmedo. Fue el peor momento de Porteño; Ramos se escapó a 14, dejando la sensación que si el local no reseteaba el chip, podía pasarla mal.

Tras el descanso largo, se diluyó la fantasía del visitante; Estudiantil ajustó las marcas, volvió el quinteto inicial, y de manera lenta pero sin pausas, comenzó a minar aquella ventaja que llegó a ser de 16. Ya no entraban a la llave tan cómodos, Olmedo no dispuso de tantas libertades, Cuello se tomó una licencia no gravitando, y así entonces, con los aportes de Spagnuolo y Damelli, acompañados por un Del Peral activo en las marcas y transiciones, entraron al cuarto decisivo abajo por 9 (44-53).

Allí, en un lapso de cinco minutos, se vio lo mejor del local; con tres bombas consecutivas (dos de Diego Abeledo, otra de Damelli), se pusieron a un solo doble, y pareció que encaraba el tramo final mejor parado. Pero tuvo dos posesiones mal aprovechadas, y ante un rival con gente experimentada, si no golpeás en esos instantes, se torna complicado volver a tener esas chances. Fue así nomás; dos bombas de Jerez, el martilleo de Cuello con lanzamientos de media distancia, la lucha sin cuartel de Tabieres con Abeledo y sobre todo, el muy buen ingreso de Juan Sebastián Ferreyra, con un espíritu revulsivo encomiable, Ramos volvió a marcar distancias graduales, hasta lograr, restando poco menos de dos minutos, dos dígitos de distancia.

No hubo tiempo para más, salvo el desfile por cinco personales de Sánchez, Damelli y Morales, y con ello, esfumarse las últimas esperanzas de revertir algo que ya a esa altura era irreversible. Ganó la visita, en un cotejo áspero, de no tan buen nivel técnico, pero con altísima carga emocional, con dos tribunas que cantaron toda la noche, y una vez finalizado todo, demostraron estar a la altura de la fiesta. Por un lado, festejos sin entrar en la desmesura ni cargadas; por el otro, hidalguía reconociendo en silencio la superioridad contraria, y aplaudiendo a sus jugadores por la entrega.

SÍNTESIS DEL PARTIDO:

ESTUDIANTIL PORTEÑO (60): Damelli (9), Del Peral (6), Sánchez (11), Morales (8), Gareis (8) F.I. I. Spagnuolo (12), Abeledo (6), Belloni (0), F. Spagnuolo (0). DT: Juan González

RAMOS MEJÍA LTC (73): Jerez Pilotti (13), Olmedo (6), Cuello (22), Tabieres (16), Talpone (1) F.I. Kralj (4), Burdman (7), Ferreyra (4),. DT: Andrés García

PARCIALES: 19-17, 24-38, 44-53, 60-73
CANCHA: Estudiantil Porteño
ÁRBITROS: Pablo Estévez- Cristian Salguero
PÚBLICO: 400 espectadores

 

FUENTE:  Prensa Estudiantil Porteño