Porteño escribe su historia
La gente de Estudiantil Porteño está en estado efervescente, al ser protagonistas de la primera final en su historia (esta noche, desde las 21.30 frente a Náutico Hacoaj en Vélez), y nada menos de un Prefederal cuyo ganador acreditará el derecho a participar en el próximo Torneo Federal.
Para llegar a esta instancia, los de Ramos Mejía no solo contaron con un plantel trabajado desde hace tres años por su entrenador Juan Ignacio González, sino además se reforzó con cuatro jugadores de diversas latitudes, quienes sin dudas imprimieron su categoría e impronta al equipo, llegando a la final como grandes figuras del certamen: Alejandro Pappalardi (TFB con Platense, donde regresará para disputar el TNA), Cristian Cortes (Liga de México con Halcones de Veracruz, continuará allí) y Sebastián Morales (TNA con San Lorenzo, aún sin confirmación de club para la próxima temporada). A ellos se sumaba Martín Gareis, quien ya no integra la plantilla.
Arribados en diferentes etapas del torneo, fueron gradualmente amalgamándose al esquema de Juani, y hoy son baluartes donde se sustentan los sueños de una barriada que espera con ansiedad la serie ante los de Tigre.
A escasas horas de comenzar, Prensa habló con los tres, dando sus impresiones sobre esta instancia, el rival al que enfrentarán, y sus sentimientos tras el paso por este club.
«Tomo estos partidos como deben tomarse, como una meta que nos pusimos en su momento: llegar al último día del torneo. Ya estamos aquí, y nos resta poner el plus necesario para ganar una final», expresa Pappalardi apenas culmina el entrenamiento previo al choque de esta noche. Cuando se le pregunta si existe alguna relación entre esta final y la que no pudo tener con Platense, club del que es hincha, no duda en afirmar:
– No, haber ascendido con mi equipo hubiera sido lo máximo, nos quedamos en las puertas, con la espina clavada, pero bueno, llegué a dos finales en un año en diferentes torneos. El primero pasó, y por eso no quiero dejar pasar la chance de entrar en la historia de un club que me abrió las puertas hace dos meses y me hace sentir muy cómodo. Hoy estuve en un campus dando una charla, y les comentaba a los chicos que hacía mucho no veía a jugadores tan identificados con su camiseta, observando sus caras llenas de emoción por llegar a una final; para alguien que pasa por diversos clubes no se da cuenta, pero cuando vi esos rostros luego de eliminar a Ramos me emocioné, y allí mismo me puse una meta más, en decirme: «Loco, tengo que dejar un granito más para tratar de que estos chicos, por la forma que defienden a su club y desean quedar en la historia, ingresen allí». Y yo también deseo ser parte de ella.
– ¿Qué te produce cuando los chicos de Porteño, en los entrenamientos, te imitan en las jugadas y previo a hacerlas, pronuncian tu nombre?
– La verdad me pone muy contento, me hace sentir bien que los chicos miran esas cosas y tratan de imitar; gratifica porque significs que trabajé correctamente. Me pone orgulloso y potencia mis ganas de quedar grabado en la historia del club; tal vez nunca regrese, salvo ver los partidos, y por eso quiero colaborar para darle una alegría grande a la gente de aquí.
– Indudablemente los refuerzos llegados potenciaron al plantel, pero te sorprendieron los jugadores que ya estaban?
– Cuando hablé con Juani, decía que me quedara tranquilo porque llegarían un par de refuerzos y se sumarían a quienes estaban, de los cuales aseguró estaban a la altura para competir. Y la verdad me sorprendieron mucho: Juani (Damelli), Nacho (Del Peral, Nacho Spagnuolo, son jugadores que no conocía, con gran nivel; incluso he recomendado un par por si deseaban progresar en otros niveles, porque poseen enormes fundamentos, marcando diferencias en sus categorías, a lo que le suman un gran corazón, algo fundamental al momento de competir.
– Luego de estas finales, y las merecidas vacaciones, te reintegrás a Platense, confirmada su presencia en el TNA. ¿Cómo tomaste esa noticia?
– Con mucha felicidad; algo ya sabía. Es un honor para mí ser hincha de Platense y que pueda verse lo bien que trabaja a nivel dirigencial, y a nivel básquet, pasar en diez años de la C al TNA es un logro inmenso. Esperemos estar a la altura de semejante torneo. De darse el escenario que Porteño llegue al Federal, me haré el tiempo para venir a verlos, porque he sido muy bien tratado, y estas cosas no deben perderse, sino protegerlas.
Titi Cortés, una vez finalizado el entrenamiento, se queda solo tirando al aro desde todas las posiciones. En un alto, se le requiere su opinión sobre este momento definitorio:
«Es una sensación linda poder estar en las horas previas a una final, estoy contento, concentrado. Trabajamos bastante duro estos tres meses, armamos un equipo que nos permite ser protagonistas de algo importante, porque uno nunca sabe si volverá a jugar una final, sea donde sea, así que es un privilegio y una bendición del Señor», arranca declarando el base.
– ¿Te llamó la atención el nivel de los jugadores que ya estaban aquí?
– Si, totalmente. Algunos la verdad no los conocía, en realidad a la mayoría. Hemos ido hablando mucho con ellos, principalmente Ale y Seba, que poseen más experiencia, y desde nuestro humilde lugar intentar pasarle algo, explicarles situaciones de juego, y hemos mejorado grupalmente desde el principio hasta ahora. Me llevo sobre todo de estos chicos su calidad de persona, son todos geniales, nos llevamos bárbaro y al fin de cuentas, éso es lo que queda».
– Fede Gliberg dijo: soy muy amigo del Tití, pero ese día no vamos a ser amigos. ¿Vos le retribuís ese mensaje?
– (Risas) Fede es un amigo, lo conozco hace diez años, pero tiene razón, en la cancha no hay amistad… Te puedo hablar de él como jugador, jugué muchas veces con él y en contra de él; es muy inteligente en la cancha, conoce mucho el básquet, sabe realmente jugar cada situación del juego, las lee muy bien. Se hace peligroso, sabe moverse, tiene buen gol, estaremos muy atentos a su figura, y a sus compañeros, porque tienen un juego de equipo bastante asentado, varios se conocen de hace mucho tiempo, más la inclusión de Alvarez que es un caballo, un enorme jugador. Si hablamos de Hacoaj, sería raro hablar de uno solo; son un muy buen equipo, y deberemos trabajar muy duro defensivamente sobre eso».
Morales partió raudamente, y al preguntarle si es por el partido de la Copa Libertadores, asume tener «menos fútbol que Para Ti». Luego de cenar y lograr hacer dormir a sus pequeños hijos, el sureño afirma canalizar internamente las ansiedades por este momento trascendental:
«Lo llevo bien, sé lo que significa para el club en su totalidad, pero estoy muy tranquilo y con muchas ganas de jugar ya».
– ¿Qué sucedió en Porteño para pasar de ser un equipo con vaivenes y varias derrotas a este que llega a la final muy sólido y para varios, candidato a salir campeón?
– El equipo, luego del primer partido ante Caza y Pesca hizo un click, porque fue un golpe duro; la verdad nos dominaron, no tuvimos chance en ningún momento y ahí hicimos ese quiebre en cuanto a actitud y juego de equipo; porque hoy, como decís, estamos sólidos, jugando bien, pasamos la pelota, nos hicimos fuertes en defensa. Pero no nos sentimos candidatos de nada, llegamos dos conjuntos ganadores de sus respectivos playoffs, por eso tenemos las mismas chances, en una instancia donde no importan los nombres. No nos hacemos cargo de ese mote, aunque poseemos muchas ganas de ganar, saldremos a buscar el triunfo. Pero el rival hará lo mismo».
– Tengo dos imágenes tuyas: aquella deambulando en Avellaneda ante Independiente, muy contrariado y enojado con vos mismo, y el segundo cotejo ante Ramos, donde desde el banco llevaste muchas respuestas a tus compañeros, jugando un gran encuentro. ¿Qué cambió desde aquel Morales a éste?
– Qué partido ese con Independiente… La verdad tuve varios juegos medio de terror en la primera fase. Más allá de sentir que no estaba en mi nivel, siempre traté de estar tranquilo, sabía que en algún momento debía levantar y para ello fue clave la confianza dada por Juani, quien me habló mucho durante el torneo, dándome ánimos para volver a ser el que era. Los chicos también ayudaron mucho, entre ellos Titi y Diego (Abeledo). La cabeza me cambió luego de la revancha en Ramos, donde si bien perdimos, logré hacer un buen cotejo. Sentí como que volví a aprender picar la pelota nuevamente (risas).
– Te quedan dos o a lo sumo tres partidos en Porteño. Sos muy respetado y querido por la gente del club. ¿Qué te llevás de tu paso por esta institución?
– Una experiencia hermosa, gente poseedora de un amor genuino por su club. Me llevo la experiencia de jugar un torneo desconocido para mí, me sorprendió su nivel, como siempre te lo dije, con juego fuerte. Lo más valorable es todo lo que viví aquí y ojalá podamos dejarles algo más, sería cerrar un receso muy positivo.
Cortés, Morales y Pappalardi, los Tres Mosqueteros de un Estudiantil Porteño buscando ingresar definitivamente en la historia grande de los campeones. Para ello, deberá sortear un durísimo escollo llamado Náutico Hacoaj, quien también va por el premio mayor. Promesa de finales con alto voltaje emocional.