Club Morón afronta el Prefederal (Parte 1)
Club Morón participa por tercera vez consecutiva del Prefederal. En las dos anteriores, estuvo a las puertas de ingresar a los playoffs, pero por circunstancias diversas, quedó a las puertas. En 2014, recibió a Los Indios y si perdía por menos de 13 puntos, aseguraba su clasificación, pero lo afrontó sin su máxima figura, Maxi Stanic, su hermano Nicolás pudo debutar en esa fecha, y los de Moreno jugaron un partido sólido; el Indígena ganó por un guarismo mayor, e ingresó entre los ocho mejores.
El año pasado, la llegada tardía de sus refuerzos le hizo arrancar con tres derrotas y luego todo se tornó difícil; en la última fecha recibió a un Ramos Mejía que venía con paso arrollador. El cotejo fue sin dudas el mejor de la fase regular, la visita se quedó con la victoria y nuevamente, Morón a las puertas de los playoffs.
En este 2016, el proyecto Morón Básquet cambió su visión al encarar la participación en el certamen.
“Haber tenido a Maxi dentro de la institución los años anteriores nos abrió la cabeza, nos llevó a nuevos desafíos y envalentonó a todos en entender lo necesario de participar en esta competencia porque nos jerarquiza y a su vez nos insufla entusiasmo por ser protagonistas y vidriera donde queremos estar”, cuenta Jorge Plez, coordinador de las formativas de Club Morón, y asistente de Daniel Santagada, entrenador jefe de la Primera en Conferencia Oeste y el Prefederal.
Con la experiencia recogida y la impronta de Stanic con su trayectoria por el mundo (que le valió de conocimientos sobre armados de proyectos), la entidad de Castelar lo afronta ahora con un nuevo e interesante emprendimiento.
“Con el programa Los Pibes del Club Queremos Jugar, encontramos el calce justo a nuestra identidad de institución. Somos un club de barrio que busca hacer las cosas lo mejor posible pero con nuestros recursos y posibilidades. Los años anteriores tuvimos una mano muy grande con Maxi Stanic como parte del plantel y sobre todo, se involucró mucho en el proyecto. Eso a nosotros nos educó, nos dio herramientas para desenvolvernos tanto a mi como Daniel”.
Plez comenta que ese proyecto estaba apuntado a involucrar a los cuatro clubes del municipio (Morón, Deportivo Morón, Argentino de Castelar y Ramos Mejía), pero la dificultad por llegar a un punto en común de acuerdo sobre varios aspectos, llevó a cambiar la óptica. Además, la idea era suma a la Municipalidad, pero también eso se limitó. Entonces, debieron revisar la filosofía del plan.
“Entendimos que es un torneo corto, con contratos de jugadores de tres o cuatro meses; dejaban la imagen de haber vestido esta camiseta figuras de Liga o TNA. Pero no son del club, no generan un vínculo después del torneo, y entonces evaluamos el destino de dinero , recursos, lugar, minutos de juego. Vimos que este espacio podía ser ocupado por los chicos nacidos aquí, y agregar algunos forjados aquí”.
Entonces, Morón se presenta al Prefederal 2016 con un plantel integrado por jóvenes del semillero, con el agregado de Martín Terzi, quien lleva varias temporadas vistiendo la camiseta del Halcón, Facundo Pontillo, ex Ramos Mejía y UNLaM, y Benjamín Pereyra, ” un jugador de 40 años, pero un pibe más, porque salió de aquí, jugó Liga y hoy regresa para aportar su experiencia, sus conocimientos, en los partidos y entrenamientos. Está emocionado por integrar este proyecto”, asegura Jorge a referirse al pivot de dilatada trayectoria.
Cuando se refiere al certamen, no duda en afirmar: “Para nosotros, es jugar la Liga Nacional. Morón es un club con historia en Liga, y por eso encaramos el campeonato con el mayor profesionalismo posible. Nuestro presidente (Juan Pablo Bo) jugó en los 80 el máximo torneo argentino, y por eso entiende la necesidad de presentar un esquema integral serio. Eso implica educar a nuestros jugadores jóvenes en una especie de transición al profesionalismo en estos cuatro meses. Y por eso creamos una estructura similar a un equipo de Liga Nacional, con las salvedades lógicas”.
El slogan “Queremos Jugar” involucra a todos los que aman este deporte. Ese deseo interno de llegar a la NBA, a la Liga, a la Selección. El de ingresar a la cancha, tener minutos, poder volcarla. Y Morón vuelca todos esos sentimientos en un proyecto apuntado a los chicos originarios, desde un Prefederal que al momento, es su competencia más fuerte.
“La verdad, creemos que el potencial está, si trabajamos en equipo, involucrados todos desde nuestros roles. Y armado eso, el pibe infantil o cadete sentado en la tribuna, cuando ve entrar unos minutos a su compañero de tira, sienta que él también puede llegar a ser un jugador del Prefederal”.
Los chicos están rodeados de un organigrama acorde al profesionalismo pretendido. Se armó un cuerpo técnico ampliado, se involucró una psicóloga deportiva, un médico deportólogo, una nutricionista, además del preparador físico, dos asistentes y entrenadores para scouting. Todos involucrados, en la búsqueda de potenciar el programa con el que Morón intenta realizar la transición al profesionalismo no solo dentro de un rectángulo de juego.
FOTOGRAFIA: Club Morón