Monte Grande se arma para el Prefederal 2017
Con pasos firmes y seguros, Monte Grande vive un gran momento, quizás uno de los mejores de su historia. Luego de haber reacondicionado su cancha, con un piso flotante nuevo, ahora se viene el desafío deportivo y jugará por primera vez el Prefederal, un acontecimiento inédito para esta institución que vuelve a codearse con la élite del básquet capitalino, emulando aquellos años gloriosos de principios de los ’90.
Una vez confirmada la licitación y el visto bueno para la participación, la dirigencia del club, en conjunto con el cuerpo técnico comandado por Marcelo Majstrovic, comenzó con el armado del plantel, buscando sumar experiencia en los jugadores, como así también abaratar costos contratando protagonistas que sean de la zona periférica a Monte Grande.
Uno que no cumple con ese requisito, pero sí con el de la experiencia y la calidad para la categoría es la llegada de Martín Trímboli. El marplatense, radicado desde hace unos años en Almagro, se suma al Negro después de su paso por Temperley en el TNA y hará su segunda aparición en la competencia, tras haber disputado con Independiente la edición del 2015. Nicolás Amaya, proveniente de Huracán de San Javier en el Torneo Federal, será otra ficha en el juego interior, en tanto que en el perímetro Alejo Meire (ex Racing e Independiente) se hará cargo de la base y Joaquín Pre (ex Temperley), asoma como la apuesta, ocupando la posición de escolta/alero.
En lo que respecta a materia de refuerzos, aún no está cerrado el plantel y se aguarda por la llegada de alguna ficha más para la zona pintada. Además de los nuevos, el grupo se completa con jugadores originarios y juveniles que harán sus primeras armas en el ámbito profesional.
Marcelo Majstrovic, técnico histórico del club, tuvo un mini mano a mano con FeBAMBA y nos dio un pantallazo de lo que significa para el club esta participación en la máxima competencia de la Federación.
– ¿Cómo surgió la posibilidad de anotarse en el Prefederal, era algo en lo que veían que Monte Grande podría aspirar?
– Desde hace 2 temporadas que los dirigentes del club han querido darle al el básquetbol una impronta que pueda fortalecer la participación deportiva a nivel FeBAMBA. La realidad es que de la mano de este proyecto se impulsa siempre una posibilidad de superación, que por lo tanto implica crecer. En ese punto es donde queremos dar un salto de calidad que estaba planificado hacer y por lo tanto lo vamos a tratar de realizar de forma prolija y dentro de las posibilidades reales que el club pueda afrontar.
– ¿Vas a buscar darle un salto de calidad al equipo con jugadores profesionales o rentados?
– La idea es conformar un mix con el plantel superior que desarrolla su competición en la división superior de FeBAMBA, reforzándolo de tal forma que se puedan potenciar en algún punto las necesidades que creemos que tenemos que solucionar del plantel original.
– ¿Qué significa para vos volver a dirigir un torneo profesional, es lo mismo o lo preparas de otra manera, con otras exigencias?
– Por supuesto que no es lo mismo. Las exigencias son diferentes porque la competición así lo demanda, y todos tenemos que tratar de estar a la altura de las exigencias que el torneo presenta. Pero al margen de eso, yo valoro siempre esta profesión en el nivel que me toque dirigir, porque es lo que amo y lo que me apasiona, y creo que hay que entregar todo y valorarlo siempre, independientemente del nivel en el que uno esté trabajando
– ¿Incide en algo el cambio de piso en la cancha, le da otra perspectiva al básquet del club?
– Si. Por supuesto. Era un anhelo institucional la posibilidad de tener una cancha nueva y con un piso de tal magnitud. En ese sentido se hizo un gran esfuerzo para conseguirlo y se llegó a tener, lo que hoy es un orgullo para el básquetbol del club, y el cual espero se acompañe con satisfacciones deportivas.
– ¿Qué puede significar para Monte Grande volver a competir en un torneo como el Prefederal?
– El pre-federal tiene un nivel de una magnitud muy amplia. Institucionalmente hay mucha alegría y también mucha ansiedad. Es el escalón más alto que el club ha jugado dentro del básquetbol, y por lo tanto las expectativas son fuertes. La idea es estar a la altura de la competencia y poder actuar en un nivel competitivo.