Matías, uno de los Fernández que potencia a Burzaco
Luego de la primera fecha del Prefederal 2017 y tras la eliminación de Huracán de San Justo en los playoffs del Torneo Federal, Matías Fernández se sumó a Burzaco Fútbol Club. Su llegada significó un impulso importante para “el fobal” y una clara muestra de su aporte lo dan los números en el torneo: 16,5 puntos y 9 rebotes en 29 minutos de promedio. Analiza el presente del equipo y recuerda sus primeros años en el club que lo formó.
-¿Cuáles son las características del equipo y a qué apuestan en el torneo?
-Tenemos un equipo largo en la zona interior y en el perímetro, pero necesitamos más ritmo en lo defensivo. Estamos para pelear el torneo y llegar lo más arriba posible. Igualmente una vez que estás en la etapa final cualquiera puede ganar, pero lo importante es llegar hasta ahí.
-¿Que implica jugar en el club que te vio nacer?
-Empecé a jugar en club a los cinco o seis años y estuve hasta los quince. Lo mejor que tiene Burzaco F.C es el ambiente familiar. Los primeros recuerdos de mi infancia me remontan a cuando venía los sábados y estaba todo el día en “el fobal”. Por aquella época viajar a un montón de clubes, con los amigos, a jugar partidos era lo que más me gustaba.
-¿Cómo vivís el hecho de compartir equipo con tus tres hermanos y tu padre como técnico?
– Es especial jugar un torneo al que nunca habíamos llegado como institución y poder hacerlo con mis hermanos lo resignifica, lo vuelve especial. Con Germán jugué en Temperley, en Independiente y en Huracán de San Justo, así que nos conocemos perfectamente y ya sabemos muy bien lo que cada uno puede aportar en el campo de juego.
En los pasillos de Burzaco F.C resuenan anécdotas de viejas épocas en las que los refuerzos de jugadores extranjeros le dieron mayor prestigio a la institución, pero hay un denominador común en las historias: la garra que mostraba el club lo volvían invencible de local.
Entre todas las leyendas aparece como protagonista la figura de Rubén Fernández, actual entrenador y ex integrante de la selección nacional de básquet durante los ‘80. Desde volcadas faltando apenas segundos para terminar un partido decisivo, hasta numerosas anotaciones con su tiro de tres puntos, son algunas de las historias que más se cuentan por quienes fueron testigos de su entrega.
-¿Recordás a tu padre como jugador, llegaste a verlo en algún partido con Burzaco F.C?
-Lo vi jugar uno o dos partidos, o al menos es lo que recuerdo. Ya era bastante grande, creo que tenía algo así como 45 años y jugaba para el fobal unos play off frente a Monte Grande. De aquellos partidos que vi creo que tenía un tiro exterior de tres muy bueno y ya a esa edad no jugaba tanto al poste bajo, prefería abrirse y tirar.
-¿Le copiaste algo?
-No lo vi tanto, pero de lo que recuerdo puedo decir que se asemeja bastante mi tiro exterior.
-Lo que si pudiste disfrutar al máximo es a un hermano jugando en la Generación Dorada.
-Los juegos olímpicos los veíamos con la familia en casa. Recuerdo que sentimos un orgullo terrible. Tuve la suerte de crecer viendo a la generación dorada y al tener un hermano jugando ahí no me perdía un partido. Iba a verlos siempre. Hasta incluso a los entrenamientos. Y cuando jugaba en la liga nacional (Gabriel Fernández) lo seguía a casi a todos lados, siempre que el partido fuera por la zona.
-¿Hay algún partido en tu carrera que recuerdes especialmente por tu actuación?
-No se si tengo algún partido que me haya quedado en el recuerdo en lo personal, siempre uno intenta que sobresalga el juego de equipo. Sí recuerdo con mucho afecto el ascenso con Temperley al torneo Federal. O quizás las victorias en el TNA también tienen un gusto especial.
-¿Quizás haya un lugar guardado para soñar con el ascenso de Burzaco?
-Totalmente, sería lo mejor que podría pasar.
FUENTE: Juan Ignacio Blando para Prensa Burzaco FC