Rubén Fernández, una vida dedicada al básquet
Quedan apenas 11 segundos en Monte Grande para que finalice la serie Burzaco-Crovara. Para el básquet es una eternidad, pero para Burzaco no. Logró escaparse a 9 puntos y no hay espacios para la duda: el pase al Final Four está sellado. En el banco desde sus poco más de dos metros de altura Rubén Fernández se anima a distenderse; se abraza con Damián, uno de sus cuatro hijos, y segundos más tarde hace lo mismo con Germán, el menor. Les dice algo al oído y empieza a saludar a cada uno de sus jugadores con una felicidad indescriptible. De fondo, Matías Fernández aleja más al equipo en el marcador y la gente no deja de alentar con un “olé olé olé cada día te quiero más” que se transforma en cortina musical.
El básquet le regaló a Rubén innumerables jornadas de felicidad plena y seguramente la serie con Crovara ocupará un lugar entre sus historias. Hace 25 años que entrena juveniles y equipos mayores en el fobal. El básquet es su vida. Cuando se le pregunta su trayectoria no duda en responder: “inicié mi carrera en Social Burzaco a los 7 años”. Luego seguiría en Racing, Lanús, Independiente, Gimnasia de La Plata, nuevamente Lanús en el TNA, y los últimos nueve años de basquetbolista en Burzaco FC.
– ¿Qué finales recordás como jugador y por qué fueron especiales?
Las dos finales contra Obras en un estadio repleto de Ferro. Había tanto público, que tenían que estar parados porque sobrepasaban la cantidad de asientos. Otra que recuerdo fue el partido entre la selección de San Pablo frente a Lanús en el Luna Park que estaba casi lleno.
– ¿Y como DT?
La vuelta a Primera A en cancha de Racing fue muy emotiva. Ganamos sólo por un punto y había 400 personas del fobal alentando.
Pero sin dudas en 2002 hubo otra muy particular. Era entrenador de juveniles y habíamos perdido casi todos los partidos en la fase regular. Fuimos a play off contra el primero que era GEBA, le ganamos en su cancha y terminamos campeones. Fue increíble. Ese equipo nunca bajó los brazos.
– ¿Qué aspectos remarcarías de José Hernández, Los Indios y Caza y Pesca?
Los tres rivales son muy parejos y con muchas variantes. Son muy buenos y con muchos jugadores de gran calidad.
José Hernández es un equipo rápido y con mucho tiro. Caza y Pesca tiene más fortaleza en la pintura y la dupla Pais y Pappalardi pueden generar inconvenientes con el tiro de 3. Los Indios es muy duro defendiendo, tiene dos jugadores de Liga muy talentosos que marcan la diferencia y un buen juego interior también.
– ¿Cuál fue el punto de inflexión en el Prefederal para Burzaco FC?
El partido decisivo fue contra Morón. (Derrota de Burzaco FC de visitante por 92 a 73) Ahí nos dimos cuenta que no podíamos regalar nada. teníamos que jugar a full contra todos y logramos esa actitud.
-¿Cómo llega el equipo al Final Four?
El equipo física, anímica y tácticamente está diez puntos. Tenemos el deseo de contar con Gabriel, fundamentalmente porque se merece terminar su carrera jugando el Final Four. Estamos para dejar el alma en la cancha y con mucha confianza. Para el grupo es una emoción muy grande. Ellos juegan gratis por la camiseta y por el club y casi todos se formaron o jugaron en el Fobal.
Además de su experiencia como entrenador, cuando Rubén Fernández era jugador integró la Selección Nacional de básquet entre los 19 y los 34 años. “No podía asistir siempre, por el trabajo. En aquella época no había permiso así nomás, era complicado”, recordó el técnico y también compartió alguna anécdota con Najnudel: “León, que fue mi dt en Racing, cuando dirigía la selección de Capital me convocó, sin haber jugado ningún partido oficial en primera de la Asociación Metropolitana. Por aquellos años ganamos seis torneos nacionales”.
Si hay algo que caracterizó a Burzaco FC a lo largo del torneo fue su garra para sacar adelante incluso los partidos que resultaban imposibles. Así se acumularon victorias heroicas contra Pinocho, José Hernández o Caza y Pesca, que cimentaron la actitud del equipo.
Es probable que Rubén Fernández les haya podido contagiar esa búsqueda de los resultados, incluso hasta cuando el partido ya parece imposible de revertir. “Si tengo que pensar una anécdota como jugador, recuerdo particularmente la final Obras-Lanús, en Obras. Habíamos perdido por un punto. Nos fuimos al vestuario y se escuchaba a la hinchada de Lanús gritando. Salimos de nuevo a la cancha a ver qué pasaba y habíamos ganado por un tanto porque estaba mal el recuento de puntos.”
Finalizó el partido en Monte Grande, pese a todas las complicaciones y las dificultades lógicas del torneo, Burzaco está en el Final Four en su primera participación en un Prefederal. Tres hijos de la casa se estrechan en un fuerte abrazo. Sebastián Acosta acaba de jugar un partidazo y se encuentra con Rubén. A pocos pasos Gabriel ingresa a la cancha y espera para saludarlos también. Se habían propuesto devolverle al club algo de todo lo que les dio. Ya lo lograron con creces aunque todavía faltan tres pasos y el fobal sueña con más.
FUENTE: Juan Ignacio Blando para Prensa Burzaco FC